Estamos justo en el ecuador de las celebraciones navideñas por lo que todavía estamos a tiempo de evitar que la acumulación de comidas familiares y con amigos de estos días nos acabe pasando factura. No se trata de renunciar sino de tomar precauciones y de actuar a tiempo poniendo en marcha algunas prácticas sencillas que sirvan para contrarrestar. Compartimos unos sencillos consejos para hacerlo posible y os deseamos a todos un fin de año espectacular y un ¡FELIZ 2020!
- No dejes de comer ninguno de esos platos tradicionales de este momento del año que tanto te gustan. Modera la cantidad y completa el menú con otros alimentos más saludables. Elige verduras y hortalizas para los entrantes y, por supuesto, una buena macedonia de frutas para el postre.
- Controla tu saciedad. Aunque parezca lo contrario, una buena manera de hacerlo es manteniendo la rutina diaria de cinco comidas. De poco o nada sirve saltarnos una y llegar a la siguiente con tanta hambre que devoraríamos hasta la comida del vecino.
- Limita el consumo del alcohol. Aunque siempre está presente en las fiestas navideñas, no hay que abusar de él. Supone una ingesta de calorías importante y puede provocar la temida e incómoda resaca. Bebe con moderación y no te olvides de mantenerte hidratado bebiendo mucha agua.
- Haz ejercicio físico. Durante las vacaciones es importante descansar y relajarse, pero no por ello hay que dejar el ejercicio de lado. Aprovecha para realizar actividades en familia como salir a pasear en bicicleta, ir de excursión o patinar. Para desplazarte de una casa a otra, si puedes hacerlo a pie, no lo dudes: camina. Intenta asegurar 30 minutos diarios de actividad física.
- Por último hacemos una selección de los alimentos navideños más sanos: mariscos, setas, pescado azul, mejillones y almejas, verduras, carne magra de cerdo, pavo, frutas deshidratadas, frutos secos o uvas.